Top-ten de Edu Ferrer en el mítico "Trofeo Ciutat de Palma" de Optimist

La 63º edición del Trofeo Ciutat de Palma dejó a los organizadores y participantes con una sensación «agridulce,» en palabras de los propios organizadores, pues la presencia de un anticiclón impidió que se realizaran más de dos pruebas. El Ciutat de Palma, tradicional encuentro de los mejores y una cita ineludible en el calendario internacional, que suele ser además garantía de al menos siete pruebas en condiciones excelentes, se saldó con dos mangas, a veces in extremis por la falta de viento. Una prueba el viernes y otra el sábado, y nada el domingo. 367 participantes con ganas de más!
No obstante, lo dicho no quita mérito al resultado obtenido por los representantes del Club Marítim Altafulla, entre ellos el séptimo puesto de Edu Ferrer en la general, que significa también clasificarse como tercer español y primer catalán. Para Max Urquizu no hubo suerte, porque el gran resultado que consiguió el viernes (top 15º) resultó ser fuera de línea, lo que lo mandó muy abajo en la clasificación sin posibilidad de descarte. Jan Sanfeliu anduvo peléandose con las salidas (de las mejores cosas que tiene Palma) y demostrando acierto en sus estrategias, pero no lo suficiente para remontar todo lo perdido en las salidas.
Las condiciones de poco viento, que en un principio pueden ser favorables a Edu, lo castigaron igual que al resto. Su primera prueba, en la que acabó 10º, fue producto de una remontada espectacular desde el puesto 35º, la consecuencia de haberse quedado sin presión en la derecha durante los primeros 500m después de la salida (fenomenal, además). El sábado estuvo atento y supo ver los cambios en el viento, lo que combinado a una salida ganadora le permitió estar siempre adelante en la primera ceñida, pasar 3ero la boya de barlovento y rematar un 2do en la popa hasta la línea de llegada. Finalmente, el domingo salió con el plan muy claro y dominó desde el principio (2do en barlovento) pero esa prueba, la tercera, se anuló. Ese resultado, que confirmó que no estaba en el top-ten por casualidad, podría haberlo colocado en posición de podio. Pero el viento había rolado más de 30 grados hacia la derecha anunciando la entrada del Embat, el térmico local, pero al final hubo decepción y el térmico no entró. Max también tuvo que conformarse con que el 25º que venía trabajando hasta entonces, llegado ya al tramo de popa, se fuera también al traste, mientras Jan Sanfeliu esperaba en pre-salida y no pudo ni siquiera salir.
Y hablando de Max, decepción el viernes por el OCS pero satisfacción por una regata muy bien hecha, una regata que implicó también arriesgar y remontar, algo que ya es marca de la casa. Es difícil, a partir de aquí, continuar un campeonato con la moral alta, porque ya sabíamos desde el viernes que no lo podría descartar, porque la mala previsión meteorológica estaba clarísima. La regata del sábado, deslucida, y en la que también participó Jan Sanfeliu, fue producto de una salida que aunque no mala, no fue lo suficientemente agresiva (daba clarísimo por el pin), y ello implicó llegar a barlovento sobre el 30 y para Jan sobre el 40. La presión cayó muchísimo durante la popa y por algún motivo el CR decidió no acortar pruebas, lo que significó una segunda ceñida agónica en la que además se mezclaron los primeros del tercer grupo. Fue muy difícil para los chicos mantener la cabeza, la orientación y el plan, y ambos perdieron mucho en ese último tramo, acabando 44º y 52º, de 122 barcos.
En cuanto a Jan, su primera prueba hubiera sido espectacular si no le hubiera entrado pánico en la salida. Solos en el lado de visor, junto a un francés, un polaco y dos amigos del CN Vilassar, decidieron no ser tan osados y reagruparse con la flota, lo que lo castigó duramente con una salida muy desventada pero que aún así ganaba a todos los de la banda de comité. El francés salió por pin y nomás salir ya sacaba 50 metros (misterios de la vida, no ganó la regata). Jan supo reponerse del golpe y correr la regata por el lado que estaba pagando, y cerrarlo en la llegada con un digno 45º.
A pesar de las pocas pruebas, los días pasados en Palma sirvieron también para varias objetivos colaterales: por un lado, practicar inglés, ya que el CMA hizo equipo con dos regatistas del National Yacht Club de Irlanda, Dara Donnelly y Cliona Coyle, y con la regatista rusa Zoya Novikova, que cerró con un primerazo el sábado corriendo de una manera brillante, nada fácil para una regatista que no es liviana. Por otra parte, tener mucho tiempo para estar juntos como equipo, algo que refuerza los lazos, levanta la moral y pone en evidencia que la sintonía es total. Finalmente, y como siempre, divertirse mucho con los amigos de otros clubes, que con más o menos suerte, han compartido nuestras batallitas. Una felicitación muy cálida a Nacho Dávila, del CN Vilassar, que quedó 8vo de la general empatado a puntos con Edu.
¡Felicidades a todos, y esperemos vernos en la 64º edición!
Clasificación general